En la temporada 2010/11, mientras continuaba realizando los informes de Rivales y el Videoanálisis para el Besiktas de Bernd Schuster, me dieron la oportunidad de dirigir como 1º entrenador al C.Atl. Pinto en 3ª División Nacional grupo 7.
Mi primera experiencia como entrenador de categoría Senior, fue en un pueblecito de la sierra abulense, Las Navas del Marqués.
Un campo grande con buen césped, azotado por un frío gélido.
Por diferentes intereses económicos y deportivos, «no me comí el turrón«… en una temporada, que concluyó con el ascenso a 3ª división por primera y única vez en la historia del club
El Claretianos C.F. , fue el Club que fundé en 1994, junto a Pedro Gonzalo, para recoger el testigo del extinto CIRESA, que estaba en Juvenil Preferente.
Fui el Presidente y el entrenador del equipo durante 4 años hasta su fusión con el APA Claret.
Mantuvimos la categoría todos los años, sufriendo mucho, los viajes, los amigos, los recuerdos son interminables…
Después comencé a entrenar fuera de Segovia, al equipo de Las Navas del Marqués en Avila.
En 1989, empecé a entrenar en el Colegio Claret de Segovia.
Empecé con los más pequeños, pero tras realizar el curso de Monitor Nacional de Fútbol, pasé a entrenar cadetes (U-17/15), que sólo tenían uno o dos años menos que yo.
Quedamos segundos en 1ª Regional tres veces seguidas, detrás del Quintanar.
Grandes amigos y grandes recuerdos que continuaron después con el CIRESA y la creación del Claretianos.
Nunca he sido buen jugador de fútbol, sólo conseguí destacar algo como Portero. Mi mejor recuerdo, cuando aún era juvenil, fue entrenar junto a Carmelo del Pozo en un campo de tierra de la Ciudad Deportiva de Segovia, allí me rompí el escafoides y acabó mi etapa de jugador.
Empecé a entrenar en el Colegio Claret de Segovia, con 15 años al equipo infantil, después de que en el verano de 1989, asistiera a todos los entrenamientos del Atletico de Madrid, que estaba haciendo la pretemporada en Segovia.
Javier Clemente era el entrenador y Carlos Cascallana era el Preparador Físico del equipo.
Con la ilusión de un niño, participé ayudando como recogepelotas a los utilleros del Atlético de Madrid, los hermanos Llarandi…
Recuerdo estar en el borde del área, colocando balones a Javier Clemente para que tirara tiros a Abel Resino y Angel Mejías.
También recuerdo que Baltazar me regaló unas botas sin cordones que eran la última moda, y que posteriormente trituré en los campos de tierra…
Todavía conservo la camiseta de entrenamiento roja de puma que lleva «mita», creo que me la regaló Carlos Aguilera o fue Bustingorri… ¿?
También Abel Resino me regaló unos guantes, que conservé con cariño porque en el año 1991 batió el récord nacional de imbatibilidad con 1.275 minutos.